En el discurso de despedida Jesús dijo a sus discípulos que se iba al Padre y que allá les preparaba la estancia. "Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros" (Jn 14, 4).

Llamados a ser santos. A ser hombres y mujeres seguidores de las Bienaventuranzas de Jesús.

La fiesta de todos los Santos es una de las fiestas más antiguas.
Me gustaría imaginar de los santos como:
 personas originales, ni tiesas ni monótonas
 que encuentran el sentido de su vida en Jesucristo
 y ponen sus talentos al servicio de su obra,
 cristianos a través de los cuales nuestra Iglesia se hace viva y se llena de colores vistosos,
 como modelos que incitan nuestra fantasía a fin de que nosotros mismos podamos vivir como personas convincentes y originales en el seguimiento de Jesús.

Seguro que todos hemos estado en contacto con uno, dos... muchos santos, aunque no estén en los altares.

Día de precepto. Las misas en la parroquia son como los domingos: 10,00 - 12,00 - 13,00 - 20,00 horas

Oración: Testimonios de vida auténticamente cristiana

Queremos darte gracias, Padre,
por tantas personas buenas
con quien tenemos el gozo de convivir cada día,
que nos dicen que es posible seguir a Jesús
y vivir con los valores y criterios del evangelio.

Sabemos muy bien que somos miembros
de esta Iglesia y humanidad
que es al mismo tiempo santa y pecadora;
pero hoy queremos agradecer
y dejarnos tocar por los testimonios
de vida auténticamente cristiana
que existen por doquier,
y queremos pedirte, Padre, que nos ayudes
a ser personas dedicadas a ayudar y a servir,
a preocuparnos para que nuestra sociedad
sea mejor y vivamos más como hijos tuyos.

Te damos gracias por las personas que
tienen la humildad de no pensar apenas
en el propio bienestar o salvación individual;
por todos los que se desviven
cuando las cosas les van mal a los demás;
por tantas mujeres y hombres
que no actúan por interés económico o de poder
sino por verdadera solidaridad;
por las personas transparentes
que no esconden segundas intenciones
o intereses egoístas;
por aquellos que no se desaniman
ni se echan atrás cuando encuentran dificultades,
cuando no encuentran apoyo
o nadie les agradece el bien que hacen a los demás.

Te damos gracias, Padre,
por todos los que creen
que es posible un mundo mejor
tal como Jesús lo ha propuesto y vivido.
¡Ayúdanos a vivir así!

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret