4º Domingo de Pascua
Domingo 11 de mayo de 2014
Después de la aparición a los discípulos de Emaús, Jesús continúa caminando con nosotros. El evangelio de san Juan nos lo presenta bajo la figura del Buen Pastor. Cuando Jesús diga en su tiempo que él es el buen pastor, los que lo escuchan no lo encuentran nada raro, porque en seguida piensan en Dios mismo, aquel que camina delante del pueblo, que los reúne, que los hace recostar en verdes praderas, que los conduce hacia fuentes tranquilas. Así rezaban los judíos.
Nosotros ya casi hemos perdido esta imagen del pastor; pero no nos cuesta entender cuando el evangelio nos dice que Jesús resucitado, Buen Pastor, continúa dando la vida por nosotros, nos conoce a cada uno de nosotros, nos llama por nuestro nombre, nos ama y se entrega por nosotros. Es la Puerta por la que podemos entrar en la vida.
Por eso nosotros queremos seguirle, queremos escuchar su Palabra y sentarnos a la mesa. Sí, en comunidad, en Iglesia.
Hoy la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2014, con un lema: SAL A DARLO TODO. Damos gracias a Dios por tantos hombres y mujeres porque a lo largo de la historia han respondido a la llamada de Dios. Y oramos para que la llamada de Jesús siga resonando en el mundo de hoy.
Oración:
Señor, hoy, como en todo tiempo,
tú no cesas de decirnos:
«Salid, sin miedo, para servir».
Los bautizados, respondiendo a su vocación,
manifiestan la iniciativa de Dios.
Aquellos que dan un paso en respuesta a este Amor primero
descubren que tú les esperas con los brazos abiertos.
Señor, acompaña y anima la vida fraterna y litúrgica
de las comunidades cristianas.
Que ella encienda en cada uno, especialmente en los más jóvenes,
el deseo de discernir su modalidad de vocación
para ponerse plenamente al servicio de Dios y de la evangelización.
Señor, da luz y fortifica a aquellos que tú llamas
a consagrarte plenamente su vida
en el camino del matrimonio,
del presbiterado y de la vida consagrada. Amén.