DOMINGO 32 TIEMPO ORDINARIO
Viernes 8 de noviembre de 2013
Nos vamos acercando al final del año litúrgico. Las lecturas que escucharemos nos invitarán a mirar el final de nuestra vida, hacia la vida eterna que Dios nos ofrece. Y nos invitan a reafirmar de todo corazón esta fe y esta esperanza.
Jesús dijo a sus discípulos: "el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día". Por eso, recibir el Cuerpo y Sangre de Cristo es siempre una proclamación de esta fe: la fe que nuestra vida no está destinada al fracaso y a la desaparición, sino que está destinada a compartir la resurrección de Jesús y la vida eterna de Dios. ¿No es esto una gran alegría?
Oración: Sensible al sufrimiento que existe en el mundo
Te doy gracias, Señor Jesús, porque
has elegido el lugar de los pobres
y te has puesto al alcance de todos.
Así nos has enseñado el camino de la felicidad
y nos has dicho en qué consisten la grandeza
y la dignidad de cada ser humano.
Te pido, Señor Jesús,
que jamás desprecie a quienes
tienen menos recursos que yo,
o que hablan otra lengua,
o pertenecen a una religión diferente,
sino que aprenda a valorar y amar
a cada ser humano por ser hermano tuyo y mío
e hijo del mismo Padre celestial.
Toca el corazón, Señor Jesús, de quienes
se aprovechan de su poder o posición
para aumentar su privilegios
mientras a tantos hermanos nuestros les falta
lo necesario para vivir con dignidad.
Que tu palabra y tu vida
no dejen que me acostumbre al mal
ni permitan que me vuelva insensible
al sufrimiento que existe en el mundo,
sino que me hagan servidor de los demás,
preocupado por el bien de todos
y signo de tu amor.
"La Misa de cada día", de la Editorial Claret