Empezamos el verano y también las vacaciones escolares. Ahora las actividades pastorales que hemos realizado –o hemos dejado de realizar por la pandemia del Covis19– van a la baja. Pero en esta situación concreta, como en cualquier otra, la invitación que recibimos continúa siendo la misma. Seguir el camino de Jesús, iluminados por su Palabra y animados por la Eucaristía; porque un cristiano, sea invierno o verano, ha de sentirse cristiano allí donde esté.
El contexto del evangelio de este domingo es que Jesús ha llamado a sus discípulos y los envía a anunciar el Reino de Dios y a liberar a todos de sus males. La frase que más se repite hoy es “no tengáis miedo”, no temáis. Entonces, como ahora, cuesta confesar la fe sin complejos. Hay cristianos –misioneros y misioneras– o “santos de la puerta de al lado” como los define el papa Francisco, que aun en medio de las hostilidades , son auténticos testigos...….

Oración: Tú nos esperas en el puerto de tu salvación

Señor, líbranos del miedo.
Nos sentimos sobrepasados por las circunstancias.
A menudo nos faltan las fuerzas.
Cúranos interiormente,
para poder experimentar tu compañía,
tu consuelo, tu cercanía, tu amor.
Vivimos situaciones complicadas
que no siempre sabemos resolver.
Nuestra fantasía nos engaña,
nos presenta fantasmas sobrecogedores
que nos abruman.
Como un espejo, deforman los problemas,
magnifican las dificultades,
nos paralizan y somos incapaces
de salir de los agujeros donde hemos caído.
Pero la certeza de saber
que estás con nosotros
ahuyenta nuestros temores,
nos hace superar nuestros miedos,
abrir los ojos,
nos levantamos,
salimos de nuestra desesperación
y nos ponemos a andar.
Aunque la tormenta no amine,
no tenemos miedo de naufragar,
seguimos firmes pilotando el barco de la vida,
convencidos de que Tú nos esperas
en el puerto de tu salvación.
"La Misa de cada día", de la Editorial Claret