¿Cómo vivimos nuestra relación con Dios?. La primera lectura de hoy nos enmarca perfectamente el evangelio que hemos proclamado cuando nos hace escuchar la voz de Dios, que nos dice también a nosotros, como lo hacía al pueblo de Israel: “mis planes no nos vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos”.
No podemos reducir a Dios a nuestros esquemas. Los caminos y los pensamientos de Dios no son los de los hombres. Nuestras relaciones sociales se miden a base de intercambio y aplicamos esta misma forma al campo religioso. Dios, sin embargo, actúa según criterios de gratuidad. Nos acercamos a su lógica y a sus criterios cuando llevamos una vida digna del Evangelio y nos dedicamos al servicio de la comunidad eclesial y del mundo.
Dios Padre nos invita a todos a participar en la construcción del Reino. Se alegra cuando lo entendemos y nos disponemos a ello, sea cual sea el momento de nuestra vida. Y Jesús nos advierte que nos perjudica protestar contra los demás o criticarnos mutuamente. Es más positivo alegrarnos por el bien que vemos en nuestros hermanos y tener la capacidad de saber invitar y atraer a otros hacia la alegría del servir. Estamos en un nuevo curso, seguro que descubres en qué servicio o ministerio puedes colaborar . En la parroquia Corazón de María seamos “piedras vivas”.

Oración evangélica:

Alquilados por el propietario
¡Cuánto nos cuesta hacernos una idea
de la amplitud y altura de miras
del Reino del Cielo,
del talante del Padre en sus dominios!
Suerte tenemos de ti, Jesús,
que lo conoces e intentas que lo descubramos.

Nuestro modo de pensar, de valorar,
¡qué alejado está de Dios!
Él no quiere que nadie quede fuera de juego,
ni el más pequeño, ni el menos afortunado.

No hace distinciones,
porque le sobra generosidad.
Su alegría es que todos sus hijos,
hombres y mujeres, niños y ancianos,
pobres y ricos, fuertes y débiles,
experimenten el gozo de sentirse llamados,
de saberse útiles, como jóvenes,
trabajando por el placer y la honra de trabajar,
sin envidias,
por la sola paga de hacerlo en la viña de Dios.

"La Misa de cada día", de la Editorial Claret...