TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
Sábado 14 de diciembre de 2013
En este domingo de adviento abundan las expresiones de alegría: domingo Gaudete. El Señor está cerca: hace justicia, da, liberta, abre, endereza, ama, guarda, sustenta, trastorna, reina.... "Estad siempre alegres en el Señor". Las promesas del profeta Isaías ya son una realidad: ¡No temáis! Mirad a vuestro Dios que viene y nos salvará. El desierto, ruta de aridez, se convertirá en camino de fertilidad, de alegría y esperanza.
Los primeros domingos nos habían dibujado algunos rasgos del Mesías. Hoy nos presenta la acción concreta de una persona que se acerca a los desvalidos: ciegos, sordos, cojos... El Reino está en marcha y ya no se interrumpirá. Hemos de abrir los ojos a las señales que tenemos en el entorno. El mismo Espíritu que llenaba y movía a Jesús, el Espíritu que le envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones desgarrados, a proclamar la liberación a los cautivos, llegue a todos.
ORACIÓN: Que tu palabra sea acogida y vivida en cada corazón
Dios y Padre nuestro, que vienes a salvarnos,
nos gustaría tener la alegría de Isaías
cuando anunciaba la proximidad de la salvación
y de tu presencia en medio del pueblo.
Quisiéramos tener su capacidad de alentar
y de dar esperanza a los desanimados.
Y nosotros tenemos más motivos
que Isaías y que todos los antiguos profetas,
porque Jesucristo ya ha venido.
Ayúdanos, Padre, a ser, como Juan Bautista,
profetas que sepamos decir en tu nombre
una palabra creíble para el mundo de hoy.
Ayúdanos, sobre todo, a ser, como Jesús,
personas y comunidades de fe
capaces de provocar preguntas
en todos los que nos rodean
y que buscan un sentido a la vida y al mundo.
Ayúdanos a saber llevar la Buena Noticia
de tu amor y de tu esperanza
a quienes lo ven todo negativo.
Que celebremos la Navidad haciendo posible
que tu palabra, que es fuente de vida,
sea acogida y vivida en cada corazón
y que la Buena Nueva de Jesús
arraigue más profundamente entre nosotros.
"La Misa de cada día", de la Editorial Claret