
Este VI Domingo de Pascua, las lecturas nos invitan a vivir en comunión y guiados por el Espíritu Santo. En la primera lectura, vemos cómo los apóstoles, con la ayuda del Espíritu, toman decisiones para el bien de todos, evitando imponer cargas innecesarias. El salmo es una alabanza universal que nos recuerda que toda la tierra debe alegrarse en Dios. En el Apocalipsis, se nos muestra una visión de esperanza: la ciudad santa, luminosa y sin necesidad de templo, porque Dios mismo es su luz. Finalmente, en el Evangelio, Jesús promete a sus discípulos la ayuda del Espíritu Santo, que les enseñará y recordará todo lo necesario para seguir caminando en la fe. Estas lecturas nos animan a confiar en el Espíritu, a vivir con alegría y a reconocer que Dios está presente, guiándonos con amor y sabiduría. Que esta palabra fortalezca nuestra fe y nuestra comunidad.