
En este domingo, seguimos celebrando el gozo de la Navidad, reflexionando sobre el misterio de la Palabra hecha carne. En la primera lectura, del libro del Eclesiástico (24, 1-2. 8-12), la Sabiduría de Dios, que habita entre los hombres, es presentada como un don que ilumina y guía al pueblo elegido. En la carta a los Efesios (1, 3-6. 15-18), San Pablo nos recuerda que hemos sido bendecidos con toda clase de dones espirituales en Cristo, llamados a ser hijos de Dios y vivir en la esperanza de la herencia celestial. El Evangelio de Juan (1, 1-18) nos lleva al principio de todo, revelándonos que Jesús es la Palabra eterna de Dios que se hizo hombre y habitó entre nosotros, lleno de gracia y verdad. Estas lecturas nos invitan a acoger a Cristo como la luz que transforma nuestra vida y nos llena de su amor.