IV DOMINGO DE PASCUA

Este domingo, la liturgia nos invita a contemplar a Cristo como el Buen Pastor que guía con amor a su rebaño. En la primera lectura, los Hechos de los Apóstoles nos muestran cómo la predicación del Evangelio se abre camino hacia los gentiles, señalando el alcance universal del mensaje de salvación. El salmo nos recuerda que somos el pueblo de Dios, ovejas de su rebaño, llamados a seguir su voz. En el Apocalipsis, se nos presenta la visión esperanzadora del Cordero que conduce a los suyos hacia la vida plena. Y en el Evangelio, Jesús afirma con ternura que sus ovejas escuchan su voz, y que nadie podrá arrebatarlas de su mano. Un mensaje de confianza, fidelidad y vida eterna.

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