
En este domingo, la Palabra de Dios nos invita a mirar la vida con esperanza y a mantenernos firmes en medio de las dificultades. El profeta Malaquías nos recuerda que Dios es como un “sol de justicia” que ilumina y da calor a quienes confían en Él. El salmo proclama que el Señor viene a gobernar con rectitud, trayendo paz y armonía a los pueblos. San Pablo, en su carta a los Tesalonicenses, nos anima al esfuerzo responsable: el trabajo bien hecho construye comunidad y ayuda a vivir con dignidad. Finalmente, Jesús, en el Evangelio de Lucas, nos habla de tiempos difíciles, pero nos asegura que la perseverancia nos salvará.
Hoy celebramos la IX Jornada Mundial de los Pobres bajo el lema: “Tú, Señor, eres mi esperanza”. Dejemos que estas lecturas nos impulsen a confiar más en Dios y a acercarnos con amor a quienes más lo necesitan.
