3º Domingo de Adviento -GAUDETE- Ciclo C

Este domingo, llamado «Gaudete», es una invitación a la alegría porque la llegada del Señor está cerca. En la primera lectura, del libro de Sofonías (3, 14-18a), el profeta nos anima a regocijarnos porque Dios está en medio de su pueblo como un Salvador lleno de amor. En la carta a los Filipenses (4, 4-7), San Pablo nos exhorta a vivir siempre alegres en el Señor, confiando en su paz, que supera todo entendimiento, y presentándole nuestras necesidades en oración. En el Evangelio según San Lucas (3, 10-18), Juan el Bautista responde a las preguntas del pueblo sobre cómo prepararse para la llegada del Mesías: con obras concretas de justicia, generosidad y conversión. Este domingo nos recuerda que nuestra alegría no viene de las circunstancias, sino de la presencia de Dios que transforma nuestras vidas y nos llena de esperanza.

2º Domingo de Adviento – Ciclo C

Este domingo celebramos la Inmaculada Concepción de María, un recordatorio de la pureza y el amor de Dios desde el principio de la historia de la salvación. En el libro del Génesis (3, 9-15. 20), escuchamos sobre el pecado original, pero también sobre la promesa de Dios de enviar a alguien que vencería al mal. En la carta a los Filipenses (1, 4-6. 8-11), San Pablo nos invita a vivir en santidad, confiando en que Dios completará la obra buena que ha comenzado en nosotros. Finalmente, el Evangelio de Lucas (1, 26-38) nos presenta la Anunciación, cuando el ángel Gabriel anuncia a María que será la madre del Salvador. Estas lecturas nos recuerdan que María, llena de gracia desde su concepción, es modelo de fe y obediencia. Al reflexionar en su sí, somos invitados a decirle sí a Dios en nuestras vidas.

1º Domingo de Adviento – Ciclo C

Hoy iniciamos el tiempo de Adviento, un periodo especial en el que nos preparamos para la venida de Jesús. Las lecturas de este domingo nos invitan a fortalecer nuestra esperanza y a mantenernos vigilantes.

La primera lectura, del profeta Jeremías, nos habla de la promesa de Dios de enviar un Salvador, alguien que traerá justicia y salvación a su pueblo. En la segunda lectura, san Pablo anima a los tesalonicenses a crecer en el amor y a vivir de manera que agraden a Dios mientras esperan la venida de Jesús. Finalmente, el Evangelio de san Lucas nos llama a estar atentos y preparados, no dejándonos distraer por las preocupaciones del mundo, sino confiando en que la redención está cerca.

Este Adviento, abramos el corazón para vivir con fe, amor y esperanza, dejando que la luz de Cristo ilumine nuestro camino. ¡Comencemos con alegría esta espera!

Jesucristo Rey del Universo – Ciclo B

Este domingo celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, una fiesta que nos recuerda que Jesús reina con justicia, amor y verdad. La profecía de Daniel (7, 13-14) nos presenta una visión de la gloria de Dios: el Hijo del Hombre recibe un reino eterno, que no será destruido. En el libro del Apocalipsis (1, 5-8), se nos revela a Jesús como el testigo fiel, el Rey que nos ama, nos libera del pecado y tiene poder sobre toda la creación. Finalmente, en el Evangelio de San Juan (18, 33b-37), Jesús declara ante Pilato que su reino no es de este mundo, sino que es un reino de verdad y vida.

Estas lecturas nos invitan a reconocer a Cristo como nuestro Rey, que no gobierna con poder terrenal, sino con el amor que transforma corazones y nos conduce a la eternidad.

33º Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B

Este domingo, las lecturas nos invitan a reflexionar sobre el plan de Dios para la salvación y su promesa de vida eterna. En el libro de Daniel (12, 1-3), se nos habla de un tiempo difícil, pero también de la esperanza para los que permanecen fieles: ellos brillarán como estrellas en el cielo. La carta a los Hebreos (10, 11-14. 18) nos recuerda el sacrificio único y perfecto de Cristo, que nos limpia de nuestros pecados y nos asegura el perdón definitivo. Finalmente, en el Evangelio de Marcos (13, 24-32), Jesús nos habla del fin de los tiempos y nos anima a estar vigilantes, confiando en que sus palabras nunca pasarán.

Estas lecturas nos invitan a vivir con esperanza y fe, conscientes de que, aunque enfrentemos dificultades, la victoria de Dios ya está asegurada para quienes confían en Él.

XXXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Las lecturas de este domingo nos invitan a reflexionar sobre la generosidad y la entrega sincera a Dios. En el Primer Libro de los Reyes (1 Re 17, 10-16), vemos cómo una viuda pobre confía en la promesa de Dios y, a pesar de sus escasos recursos, comparte lo poco que tiene con el profeta Elías. Su fe y generosidad le son recompensadas con la provisión continua de alimento. En la carta a los Hebreos (Heb 9, 24-28), se nos recuerda que Jesús se ofreció por nosotros una vez y para siempre, entregándose en un acto supremo de amor y sacrificio. Finalmente, en el Evangelio de Marcos (Mc 12, 38-44), Jesús destaca la ofrenda de una viuda pobre que, aunque da muy poco en cantidad, ofrece todo lo que tiene. Estas lecturas nos invitan a dar desde el corazón, confiando en Dios y entregándonos con generosidad y humildad.

XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Este domingo, las lecturas nos invitan a profundizar en el amor a Dios y al prójimo. En el libro del Deuteronomio (Dt 6, 2-6), escuchamos el llamado a amar a Dios con todo el corazón, alma y fuerzas, destacando la importancia de guardar sus mandamientos para vivir plenamente. En la carta a los Hebreos (Heb 7, 23-28), se nos recuerda que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote eterno, siempre intercediendo por nosotros y ofreciéndose a sí mismo como sacrificio de amor y salvación. Finalmente, en el Evangelio de Marcos (Mc 12, 28b-34), Jesús nos enseña el mandamiento más importante: amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos. Estas lecturas nos motivan a poner el amor en el centro de nuestra vida cristiana, recordando que nuestro amor a Dios se refleja en cómo tratamos a los demás.

Asamblea Parroquial: “Testigos/Peregrinos de Esperanza”

Celebración del Triduo y Fiesta de San Antonio María Claret

Del 21 al 24 de octubre, en la parroquia celebró con devoción y alegría el Triduo y Fiesta de San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos, patrono de nuestra comunidad parroquial.

El Triduo se llevó a cabo los días 21, 22 y 23 en la Eucaristía de las 20:00, donde los fieles profundizaron en el legado y espiritualidad del Padre Claret. Fue un momento de renovación y oración en torno a su figura, recordando su incansable labor evangelizadora.

El día 24, la jornada festiva comenzó a las 19:00 con una video presentación sobre la Misión Claretiana en Zúrich, que mostró el alcance y dedicación de los misioneros en tierras suizas. A las 20:00, la Eucaristía fue presidida por el P. Pedro Luis Moráis Antón, Delegado Diocesano para la Vida Consagrada, acompañado por el Vicario General de la diócesis y numerosos sacerdotes diocesanos, en un gesto de unidad y fraternidad eclesial.

La celebración concluyó en el salón parroquial, donde los asistentes disfrutaron de un ameno encuentro con pinchos para conmemorar juntos esta fiesta tan especial. Agradecemos a todos los que participaron en estos días de celebración y a quienes colaboraron para hacer posible este evento. Que el espíritu y ejemplo de San Antonio María Claret sigan guiándonos en nuestra misión de fe y servicio.

XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Las lecturas de este domingo, encontramos un mensaje de esperanza, compasión y fe. En la primera lectura, el profeta Jeremías (Jer 31, 7-9) nos muestra a Dios como un Padre misericordioso que promete reunir a su pueblo y cuidarlo, guiando especialmente a los más frágiles, como los ciegos y los cojos.

La carta a los Hebreos (Heb 5, 1-6) nos habla del rol del sacerdote, alguien elegido por Dios para servir como mediador entre Él y el pueblo. Jesucristo es el sumo sacerdote perfecto, pues es el Hijo de Dios y a la vez comparte plenamente nuestra humanidad.

Finalmente, el Evangelio de Marcos (Mc 10, 46-52) nos presenta la historia de Bartimeo, un ciego que, con fe y valentía, clama a Jesús para ser sanado. Su curación nos recuerda que la fe y la confianza en Dios pueden abrirnos nuevos caminos y sanarnos en cuerpo y alma. Estas lecturas nos invitan a confiar en el amor y en la cercanía de Dios.