CÁRITAS

Cáritas es una organización de la Iglesia Católica dedicada a la acción caritativa y social en nuestra Diócesis. Inspirada en el Evangelio y formada principalmente por voluntarios, su misión es atender situaciones de injusticia, pobreza, marginación y exclusión, defendiendo la dignidad humana.

Cada lunes, de 17 h a 18:30 horas, un grupo de comprometidos voluntarios recibe a quienes necesitan ayuda en nuestra parroquia. Para ser atendido, es necesario solicitar cita previa llamando al teléfono de la parroquia. Cada caso es evaluado con sensibilidad, garantizando que se tomen decisiones adecuadas para cada situación.

Al finalizar la acogida, se realiza una reunión de valoración para determinar el tipo de ayuda necesaria, que puede incluir vales para alimentos, apoyo para pagar alquileres, suministros básicos, medicinas, entre otros. Cáritas está abierta a todos, sin importar su origen, raza, género o creencias.

El tercer lunes de cada mes, a las 18:30 horas, los voluntarios, junto a un Asistente Social de Cáritas Diocesana, revisan y evalúan las situaciones que se han presentado.

Además, todos los primeros domingos del mes, organizamos una recogida de ropa usada para Chavicar.

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos aquellos que colaboran con Cáritas por su generoso apoyo. También invitamos a quienes deseen unirse a esta vital misión, para que nuestra parroquia se convierta en un lugar cada vez más misionero y solidario.

XI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

En este 11º domingo del Tiempo Ordinario, nos encontramos con tres textos que nos hablan sobre la fe y la relación entre Dios y el mundo. La lectura profética de Ezequiel nos muestra cómo Dios es el Dios de la naturaleza y del hombre, capaz de hacer crecer y florecer lo que es débil y frágil. El pasaje nos recuerda que Dios es el que da vida y fortaleza a los seres vivos.

En la Epístola a los Corintios, Pablo nos invita a reflexionar sobre la relación entre la vida cristiana y el mundo. Los cristianos somos los templos de Dios en el mundo (2 Corintios 5, 6-10), y como tales, debemos vivir como Cristo vivió. Nuestra fe debe ser un testimonio para los demás, un reflejo de la gloria de Dios en medio de una sociedad que a menudo no lo conoce o no lo comprende.

En el Evangelio de Marcos, Jesús nos enseña sobre la importancia de tener una fe que confía en Dios. La parábola del grano de mostaza (Marcos 4, 26-34) nos muestra cómo la fe puede crecer y multiplicarse, pero solo si se nos entrega a Dios y confiamos en su amor y sabiduría. La fe no es una acción humana, sino un don divino que nos permite conocer y amar a Dios.

En este día dominical, reflexionemos sobre nuestra fe y cómo podemos manifestarla en nuestras vidas. ¿Cómo podemos ser «templos de Dios» en el mundo? ¿Cómo podemos crecer en nuestra fe y ser testigos de Cristo en medio de una sociedad secularizada? ¿Cómo podemos confiar en Dios y dejar que él trabajé en nosotros para hacer fructificar su grano de mostaza en nuestros corazones?

X DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO. SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

DOMINGO DE SANTÍSIMA TRINIDAD

DOMINGO DE PENTECOSTÉS