En estos días de Pascua, la Iglesia nos anuncia sin descanso, que Cristo ha resucitado y que ruega por nosotros ante el Padre. Al igual que los Apóstoles, nosotros también tenemos miedo de creer realmente en la Buena Noticia y somos también lentos en aceptar la paz que Jesús nos ganó por su muerte. San Pedro nos llama al arrepentimiento, mientras que el Evangelio nos invita a ser testigos de Jesús y a predicarle a todas las naciones.
Las lecturas bíblicas de este domingo se concluye una idea básica: la Comunidad cristiana como signo de Cristo resucitado. La Iglesia que surge de la Resurrección del Señor y nace del bautismo en el Espíritu es comunidad que vive unida en el amor y atestigua con su vida la victoria de la fe sobre el mal del mundo.
En la semana santa, los jóvenes de la parroquia disfrutaron de una experiencia única en la Pascua Juvenil celebrada en el albergue Villa Claret. Desde el jueves 28 hasta el domingo 31 de marzo, los participantes vivieron en convivencia y compartieron momentos de reflexión y crecimiento espiritual.
Durante cuatro días, los jóvenes disfrutaron de actividades variadas, dinámicas de grupo y momentos de oración. En la misa de la vigilia participaron muchos de la comunidad juvenil para animar a los jóvenes. Regresaron el domingo a la parroquia a tiempo para la eucaristía pascual de 13h.
La Pascua Juvenil en Villa Claret fue una oportunidad única para fortalecer la fe, compartir con otros jóvenes y vivir la semana santa de una manera especial. Agradecemos a todos los participantes, familias y organizadores por hacer posible este evento tan significativo.
El pasado 16 de marzo, muchos jóvenes y familias de la diócesis se unieron en peregrinación para celebrar la tradicional Javierada en honor a San Francisco Javier. Participaron en la peregrinación unas 40 personas de la parroquia. La jornada comenzó con una caminata de 11 kilómetros desde la Foz de Lumbier hasta Sangüesa. En la Iglesia de Santiago, presidida por el Obispo, tuvo lugar una emotiva oración.
Tras un merecido descanso para comer, los peregrinos se unieron al Vía Crucis que los llevó desde Sangüesa hasta el Castillo de Javier. Allí se celebró una hermosa Eucaristía en la explanada del castillo, donde el ambiente de recogimiento y devoción se hizo presente en cada momento de la jornada.
Después de la celebración, los asistentes disfrutaron de tiempo libre para explorar los alrededores del Castillo de Javier. Finalmente, a las 19:00 horas, los peregrinos regresaron en autobús a sus lugares de origen, tras haber vivido una experiencia espiritual única y enriquecedora.
Una vez más, la Javierada demostró ser un evento de gran importancia para la comunidad católica, que se reunió para honrar la figura de San Francisco Javier y renovar su fe en un ambiente de comunión y fraternidad.
Todo el camino cuaresmal apuntaba a esta semana, nuestra mirada se fijaba en gestos que nos evocaban el “Misterio Pascual de Señor Jesús”. Nos hemos ido preparando con espíritu de conversión. Ahora celebramos en comunión con toda la Iglesia. Y comenzamos significando la entrada vitoreada y aplaudida de Jesús en Jerusalén en medio del ambiente festivo de la pascua.
Pero este día es de claroscuro, es domingo de pasión. Si por un lado aparece el piropo y la alabanza, por otro asoma el rechazo y la pasión.
Domingo de Ramos es el umbral de una semana llena de revelación y testimonio. Entremos en ella con verdadera actitud cristiana y con el deseo de fortalecer la conversión pascual.
En este domingo 3º de cuaresma recordamos el momento en que Jesús entró en el templo convertido en un mercado y todo enfadado gritó: “llevaos esto de aquí, no convirtáis no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”. Que vengamos cada domingo al templo a encontrarnos con Dios, que aprendamos a respetar el templo y que vivamos las celebraciones con mucha fe.